Tipos de masajes tantra

El masaje se puede considerar un medio pasivo que un profesional puede usar para prevenir, tratar o recuperar un exceso de carga o fatiga, una lesión, o como parte de la preparación de un deportista, pero no todos los masajes son del mismo tipo.

Uno de los más conocidos es el masaje de descarga, al que se recorre sobre todo para prevenir lesiones de repetición (por ejemplo una tendinitis) o bien para conseguir una recuperación profunda, y los efectos óptimos de este llegarán idealmente unos dos días después de la aplicación de este. Este se puede, además, combinar con un vendaje neuromuscular. Pero también existe el masaje tantra, que no tiene fines tan terapéuticos sino que se perciben como un instrumento para experimentar sensaciones placenteras.

El boom de los masajes tántricos

De un tiempo a esta parte, los masajes tantra se han convertido en una tendencia al alza gracias a los enormes beneficios que reporta al cuerpo y a la mente. Indudablemente, contar con una masajista especializada que sabe qué hacer en cada momento. El cuerpo humano es un tesoro por descubrir, ya que tiene un potencial enorme, pero solo si lo tratamos con mimo y cariño. Cuando lo exponemos al estrés y al desgaste físico, se puede convertir en nuestro peor enemigo. Por eso es tan importante disfrutar de una buena alimentación, hábitos de ejercicio físico y luchar contra el sedentarismo y las malas posturas. El uso de las pantallas (móviles, ordenadores, etc.) no solo afecta a la vista, sino que nos coloca en posiciones que no son naturales para el cuerpo humano.

Si volvemos a las técnicas más tradicionales que buscan mejorar el estado físico y acortar plazos de recuperación en lesiones, otro tipo de masaje es el que se aplique antes de una competición: para preparar al deportista se hará en un tiempo menos prolongado, antes o después del calentamiento, más superficial pero con maniobras más rápidas e intensas. Este se puede complementar con una crema de calor. En otro lugar quedan los masajes que se apliquen durante la actividad física. Si en un momento dado de la actividad se tiene que solucionar algún imprevisto, (contracturas, por ejemplo), el tipo de masaje normalmente se caracterizará para ser más profundo y localizado al lugar donde haya el problema. En este caso, eso sí, el complemento que se podrá combinar será frío localizado.

Finalmente, al acabar la actividad física, el tipo de masaje que se puede aplicar es más suave, más prolongado. Este masaje, que se puede aplicar hasta dos horas después de la actividad física, se puede complementar con estiramientos. La tarea del masajista, pues, es la de aplicar el tipo de masaje más adecuado según la situación que lo requiera.

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